DUE DILIGENCE INMOBILIARIA
Antes de tomar la decisión de adquirir una propiedad inmobiliaria concreta, resulta de vital importancia para el futuro comprador llevar a cabo una completa investigación acerca de la propiedad. Este proceso es denominado comúnmente como Due Diligence.
Aquellos compradores que deciden prescindir de una completa Due Diligence se sitúan en una posición de clara desventaja en la negociación y, por supuesto, se exponen a ciertos riesgos que de otro modo quedan soslayados. Estos riesgos pueden ser distinta índole, siendo las contingencias de carácter fiscal, urbanístico o registral las que con mayor frecuencia sorprenden a la parte compradora.
Con independencia de las necesidades específicas del caso concreto, desde Fitzwilliam efectuamos Due Diligence respecto de los siguientes ámbitos:
- Due Diligence Legal
La complejidad y extensión de una Due Diligence legal dependerá del propio activo/s a analizar. Un análisis exhaustivo y transversal desde todos los puntos de relevancia jurídica identificará cualquier incidencia que, por pequeña que fuese, pudiera resultar de relevancia para el comprador en el momento concreto o en un futuro próximo.
- Due Diligence Financiera
La Due Diligence Financiera se emplea en gran medida en la compraventa de activos de índole comercial. Con este tipo de análisis buscamos identificar la viabilidad financiera de la adquisición partiendo de la fiabilidad y persistencia de los flujos de caja existentes, así como de cualesquiera otros elementos que pudieran afectar al Ratio de Cobertura Servicio de la Deuda.
Por supuesto, este tipo de análisis también es de utilidad por cuanto respecta a activos residenciales. No obstante, en tal caso, el objetivo del análisis se centrará en asesorar al comprador en cualquier contingencia del inmueble que de una u otra forma impidiera la concesión de financiación por parte de la entidad financiera.
- Due Diligence Técnica
La Due Diligence técnica pretende contraponer la situación del propio activo en el mercado inmobiliario con las características arquitectónicas y de mantenimiento del mismo. Este tipo de análisis va mucho más allá de una simple valoración ECO -a la que obliga el Banco de España, y pretende ofrecer, al ser contrapuesta con el resto de análisis, un valor cierto y real del activo concreto en el momento oportuno.